Un remanso, un paisaje, una visión de encanto, mucho verde el mundo entero se ha rendido ante la belleza de este lugar sagrado del sur de Venezuela. La aventura de recorrer la sabana es maravillosa y mágica desde el instante en el cual una Virgen naturalmente dibujada en una inmensa roca nos da la bienvenida al ascenso, hecho este que será coronado con la fascinante visión de libertad que nos regala la sabana en su primer encuentro con nuestros ojos.
La primera vez que llegué a la sabana, la guía de aquel entonces insistía en darle a través de su música favorita algún tipo de \»ceremoniosidad\» a este encuentro, por supuesto que entre risas y algo de estupor no la entendí bien, hoy día algunos años y recorridos después, entiendo su frenesí de antaño: es que ningún ser que sienta puede permanecer impávido ante tanto vergel, ante tanta luz, ante toda esa expansión que se entrega a tus pies como diciendo: siempre he sido tu destino.
A modo de chanza ahora soy yo quien busca provocar que ese encuentro sea algo inolvidable, a modo de justicia Divina.
La Gran Sabana, en el Estado Bolívar al sur de Venezuela, haciendo frontera con Brasil y el Esequibo, es ideal para imprimirle a tu vida los siguientes sellos:
• Sello de la Libertad y Expansión Plena: al mirar al infinito desde cualquiera de sus puntos nuestros Ser se abre como un loto en flor, permitiéndonos entender que nuestro ser ha venido libre a experimentar esta experiencia para ser más sabio y libre aún.
• Sello de la Honra Ancestral: contemplar los guardianes de la sabana, encabezados por los grandes Kukenán y Roraima nos recuerda que nuestros ancestros permanecen en nuestra vida emanando su energía, pero dejando que la vida se desarrolle en nuestro campo, en una danza ancestral donde nuestras posibilidades son inmensas. Los grandes tepuys contemplan la sabana como nuestros ancestros contemplan nuestra vida: nos regalan su aire pero dejan que lo respiremos como podamos o queramos.
• Sello de la Luz Infinita: ver el juego de luz e inmensidad que nos obsequia la sabana nos despierta esa consciencia infinita que nos ayuda a entender que todo lo que pasa es perfecto, que la sombra no es ausencia de luz es sólo la certeza que el foco está con nosotros.
• Sello del Agradecimiento Eterno: en uno de mis últimos viajes a la sabana observamos un atardecer, entonando algunas canciones que nos conectaban con el momento activamos en nosotros un agradecimiento que nunca antes había vivido, una mezcla importante entre humildad, benevolencia y sentirnos merecedores de la Gracia Divina.
• Sello de la Consciencia Planetaria: la vivencia durante el recorrido está llena de diversidad: de paisajes, cultural y de nacionalidades; en la Gran Sabana confluyen idiomas, formas y sonrisas, tanta diversidad que allí te puedes sentir ciudadano del mundo, sin fronteras, entendiendo que la naturaleza nos regala a todos como una Madre protectora, que el planeta es de uno y de todos pues todos y todas somos amados por la Pachamama.
• Sello de la Consciencia Universal: cuando estés en la sabana toma un momento en la noche para contemplar en silencio las estrellas, para escuchar las comunes historias de visitantes de otros mundos (cierto leíste bien: ¡de otros mundos!); allí tomarás consciencia que evidentemente no estamos solos en el vasto universo que nos rodea, se posará en ti una visión atemporal con la que podrás entender que dentro del aparente \»caos estelar\» hay un orden que nos une y mueve a todos, hay un inmenso regalo de luz desde y para tu Ser.
• Sello de la Comunión con el Todo: Cualquier persona que activa en su vida los sellos anteriores se acerca de forma exponencial a su Ser Divino, entendiendo que cada hecho, cada río, cada paisaje, cada estrella no es más que una cocreación de esa Divinidad, ante tanta naturaleza lo único que nos queda es doblar las rodillas, abrazar a la Madre Gaia, contemplar al Padre Cosmos y sentir, sentir que hemos dado pasos a la unicidad, pasos dados con el corazón.
La Gran Sabana hace grande a quien la visita, cuando he hablado de los sellos es para hacerte un llamado a ver como cada destino puede activar en ti una forma diferente de ver y hacer la vida.
Activa tu vida, recorre tu mundo, y como siempre: ¡Buen Camino!
Maykert González Arveláez