REPORTAJE: EL NACIONAL

RUTAS PARA TRASCENDER

Hay Lugares que poseen un misticismo envolvente: ruinas, templos, formaciones naturales- Son parajes para conocer y conocerse. Para hacer turismo holí­stico. La agencia venezolana Re-creación del ser se especializa en este tipo de periplos. Entérese de los destinos y paquetes que ofrece en Venezuela y el Mundo.

Trascender. Su pronunciación sugiere superación, ir más allá. Y por supuesto también su significado. Su busqueda en el diccionario de la Real Academia Española arroja siete resultados. Tres se aplican en este caso: Dicho de los efectos de algunas cosas; Extenderse o comunicarse a otras, produciendo consecuencias / Estar o ir mas allá de algo. / En el sistema kantiano, traspasar los lí­mites de la experiencia posible.

¿Y qué caso es éste? El de las travesí­as holí­sticas. í‰sas que organizan los venezolanos Maykert Gonzalez y Andrés Borrás desde hace aproximadamente cuatro años, cuando crearon la agencia de viajes Re-creación del Ser. Cuentan que la idea de ofrecer este tipo de periplos les surgió luego de leer El mago de Paulo Coelho y, seguidamente, realizar juntos el Camino de Santiago de Compostela en 2006. Dicen que ese viaje los transformo y sintieron que debí­an compartir con los demas las experiencias que vivieron. \»Cada sitio tiene algo que ofrecerle a cada viajero. Y cuando las personas viajan con otro nivel de conciencia (otra visión) pueden descubrir lo que ese lugar les enseña para su vida. Eso es lo que queremos transmitir con este tipo de travesí­as: hacer ver que los viajes pueden ser, al mismo tiempo, de recreación y de profundización, que sirven para que los viajeros se diviertan y descubran cosas en sí­ mismos\» explica González. ¿Qué es, entonces, una travesí­a holí­stica? \»Un viaje como terapia del ser. Un viaje integral: mente + cuerpo + espí­ritu\», precisa Borrás. Guias, dinámicas. Cada travesí­a holí­stica se realiza en grupos de aproximadamente 20 personas. A veces más, a veces menos. Cada grupo cuenta con un guí­a: una persoa que se encarga de dirigir los ejercicios y dinámicas y las discusiones. También con un itinerario en el que se establecen las actividades que se realizarán cada dí­a, y que es discutido con los viajeros antes de despegar. \»Se les da a las personas la mayor cantidad de información posible sobre el viaje. Y tiempo libre para que cada quien pueda asimilar los acontecimientos aprendidos y estar solo\», dicen González y Borrás. Los ejercicios espirituales van desde la meditación y el yoga hasta las ceremonias y rituales. Todo depende del guí­a y, sobre todo, del destino que se está visitando. Re-creación del ser organiza travesias holí­sticas en Venezuela y el mundo. La lista incluye: Egipto, la India (ruta del Dalai Lama), Tibet-Nepal, Inglaterra (Stonehenge), Camino de Santiago (en España), Grecia-Turquí­a, Perú (Camino Inca), Perú (Ruta de Wiracocha), México, Argentina (Usuahia), Salto íngel, tepuy Autana, tepuy Roraima, tepuy Kukenan, laguna Santo Cristo (Mérida), Mochima, Los Roques… Todos estos lugares son sitios de poder. Esto significa, tal como lo explica la guí­a espiritual Abjini Arráiz, son lugares en \»lugares en los que la energí­a fluye de manera mágica\». Se dividen en tres tipos: uno los naturales; dos, aquellos en los que antiguamente se celebraron ceremonias y ritos sagrados, tres los que están ubicados en los vórtices de las redes geométricas. La energí­a que existe en cada uno de estos lugares -dice Arráiz- es diferente. Y, por eso los ejercicios espirituales varí­an de un viaje a otro. En Egipto por ejemplo, se efectúan meditaciones, cí­culos en los que las personas se comunican y ceremonias. Así­ lo cuenta Arráiz, guí­a de esta travesí­a. \»Vamos a sitios a los que no todo el mundo va. Se visitan 13 templos, el último es la Gran Pirámide. Nos acompaña un guia egipcio que se encarga de explicar la parte histórica y arqueológica. La metafora de este viaje es el rí­o de la vida, representado por el Nilo. Una de las ceremonias que realizamos es un bautizo en el Nilo: a cada persona se le da un nombre egipcio. El objetivo de esta ruta es profundizar y tener claros los objetivos que cada quien tiene en su vida. Y eso sucede, pues cuando llegan de allá deciden hacer cosas que no habí­an hecho antes. O toman decisiones que generan cambios en sus existencias\».

Transformarse. Hilda de Oliveira y su esposo viajaron a Egipto. La experiencia les gusto tanto que luego fueron a Stonehenge y próximamente irán al Tibet. Dice que estas vivencias han cambiado la actitud que tienen ante la vida, que ahora se siente con mucha fe, esperanza y optimismo. Y que su esposo aprendió a aceptar otras formas de pensar. \»Eso ha mejorado nuestra relación, ahora nos sentimos más unidos. No tenemos pesimismo ni miedo ante lo que va a ocurrir. Las cosas se dan como deben darse todo fluye más\». Marben Duque también afirma que no es la misma luego de visitar Roraima en Semana Santa junto a su esposo e hijo.\» Es una travesí­a complicada porque estás en la selva extrema, pero también es una experiencia que te cambia la forma de ver las cosas. Recuerdo que mientras subí­amos el tepuy nos dijeron que disfrutáramos el hecho de que no habí­a buen clima y que estábamos agotados. Uno siempre se enfoca en las dificultades. Pensamos más en las imposibilidades que en las posibilidades. Este viaje me enseño que si uno se propone las cosas con pasión todo es posible\». Publio Santander es peruano y realizó la ruta de Wiracocha (desde Bolivia hasta Perú) que ofrece re-creación del ser. \»Habí­a escuchado muchos cuentos sobre esta travesí­a; algunos me parecí­an interesantes, otros exageraciones. Así­ que decidí­a hacerla a ver qué pasaba\». Santander cuenta que durante la ruta se realiza una meditación frente a Amaru Muro, una piedra en la que esta tallada una puerta. \»La leyenda cuenta que ese lugar era un portal interdimensional que usaban los sacerdotes de la cultura inca para tener conexión con los maestros del conocimiento. Se dice que cuando se cruza esa puerta se accede a una suerte de biblioteca que guarda conocimientos ancestrales. Para poder entrar hay que pedir permiso a los espiritus de los maestros. Cuando estuvimos allí­, el guí­a nos puso a meditar. Yo no logré ingresar, pero muchas personas del grupo sí­ lo hicieron\». Pero -dice- dos semanas despues del viaje mientras estaba en casa y tras haber despertado de un sueño corto, empezó a canalizar. \»Sentí­ que iba a canalizar, es decir, que alguien iba a hablar a través de mi. Quise llamar a mis padres y no pude. Entonces empecé a decir unas palabras en un idioma que en ese momento yo sabí­a que era arameo. Luego todo se congeló y empece a ver unas imágenes de vidas pasadas. Después de que te ocurre algo así­ es imposible no creerlo. Te das cuenta de que hay algo especial\».

Todos son bienvenidos. \»No hay filtros para nuestros viajes, ni de religión, ni de doctrinas filosóficas, ni de nada\», dicen González y Borrás. De hecho cuentan que en los viajes en que coinciden personas con diferentes formas de pensamiento y creencias son en los que se dan mejores discusiones y reflexiones, porque todos comparten sus conocimientos y eso enriquece las dinámicas. Lo mismo opina Dr. Efraí­n Hoffmann, otro de los guí­as que acompaña las rutas de Re-creación del Ser. \»No importa a que religión se pertenezca. No hay diferencia entre los mensajes de amor que pronuncia Jesúa, Buda o Mahoma. En el fondo, el mensaje de todos los maestros es la unión y la integración. Y el objetivo de estos viajes holí­sticos es rescatar los espirituales de la humanidad: vivimos en un mundo globalizado en muchas áreas, pero en otras estamos aislados como hace miles de años. Y, también, aprender de las diferentes realidades y culturas que hay en el mundo. Descubrir qué le ha aportado a la humanidad cada sitio que visita, cuál es su valor y qué nos enseña\». Ir, estar y regresar conjugando el verbo trascender.

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